La placita no es solo el lugar de las risas y corridas alegres. Es el caldo en que fermenta la angustia de las madres. El humus de llantos bruscos, espasmos de polvo y moco. La pesadilla de mujeres obsesivas con la pulcritud. El espacio que conjuga dolor y placer en esos pequeños sangrantes. Es el postre del helado del sábado por la tarde, latifundio a explorar. Lágrimas efervescentes y rodillas peladas. Es tierra entre las uñas y palomas kamikazes.
Es tarde de domingo en que se miden las destrezas trepando, saltando de las hamacas en su cenit. Es rebelión en la que el pelo y la transpiración tatúan rostros desdentados. Es el lugar a donde voy todavía cuando no se cómo me siento. El olor de la herrumbre de las cadenas y la tersura de la tabla, pulida por miles de culos, mecen mis recónditas preocupaciones. Y las esfuman. Mi mamá ya no me reta por volver con las zapatillas llenas de tierra. Domingos llanos de hoy.
Extraño la placita.
Es tarde de domingo en que se miden las destrezas trepando, saltando de las hamacas en su cenit. Es rebelión en la que el pelo y la transpiración tatúan rostros desdentados. Es el lugar a donde voy todavía cuando no se cómo me siento. El olor de la herrumbre de las cadenas y la tersura de la tabla, pulida por miles de culos, mecen mis recónditas preocupaciones. Y las esfuman. Mi mamá ya no me reta por volver con las zapatillas llenas de tierra. Domingos llanos de hoy.
Extraño la placita.
Con los años cambian su fisonomía... pero siempre habrá una placita donde comer un cono de nieve y poder preguntarnos por lo que sentimos.
ResponderEliminarya leí esto antes Valentina o estoy enloqueciendo?
ResponderEliminarNo no jaja es del blog que asesiné hace un tiempo...ya voy a escribir algo más fresco
ResponderEliminarYa me parecía haber leído eso, compañera...
ResponderEliminarQue vuelva a postear es un comienzo. Extraño leerla.
UAP, gurisa.
Yo ya lo lei tambien ,Si a mi me parecia q me estaba volviendo loco jajaja.. bue en fin si nunca nos corrieron por jugar al futbol en la plaza jajaja.un beso
ResponderEliminarLas plazas y las madres ya son todo un ícono, amiga.
ResponderEliminarComparto en que es bueno volver a leerla.
Y yo no había tenido el gusto de conocer este texto en su formato original.
Brindo por el regreso.
Besos